Hace dos años, publicamos un artículo que se convirtió en uno de los más leídos de 2015 en en blog de nuestra asesoría fiscal en Valencia. Bajo el título de ¿Por qué fracasan los negocios?, explicábamos 10 errores recurrentes en la gestión empresarial. Dos años después, muchos de esos errores siguen vigentes. Pero también, las cosas cambian y ahora más que nunca es recomendable realizar una revisión. Por ello, hoy vamos a ver 5 errores que pueden estropear los buenos resultados de nuestra empresa sin que apenas nos demos cuenta.
La no adaptación al cambio
Lo hemos comentado muchas veces en nuestro blog y siempre seguiremos insistiendo en ello. La empresa que más posibilidades de supervivencia obtiene es la que sabe ir adaptándose a los cambios. Entre los errores que harán fracasar un negocio, este es uno de los más frecuentes. Este error sigue vigente y lo seguirá por el resto de la vida empresarial de tu negocio. La gente cambia, los consumidores cambian, y con ello, los mercados siempre cambian. Absolutamente cualquier negocio debe estar pendiente de la evolución y adaptarse a ella. Esa preparación al cambio debe comenzar desde la dirección de la empresa y hacerse extensible a todo el equipo humano de la misma. De forma flexible, pero también de forma rápida.
Recordemos de nuevo la bancarrota del gigante fotográfico Kodak. Cuando la fotografía analógica comenzó a perder poder frente a la digital, la reacción de la firma fue excesivamente tardía. ¿Qué ocurrió? Que el resto de compañías como Nikon, Canon y Sony comenzaron a ganarle terreno. No sólo hay que adaptarse al cambio, sino adaptarse en el momento perfecto.
Estancarse cuando las cosas funcionan y no considerar las posibilidades de crecer.
También es un error muy frecuente. Las cosas nos van bien, la empresa funciona, es rentable y se mantiene estable. Sin embargo, cuando las cosas van bien es cuando debemos preocuparnos por continuar creciendo. Podemos hacerlo de muchas formas, aquí vamos a ver sólo algunos ejemplos, pero las posibilidades son inmensas.
Ampliar la oferta de productos o servicios es una de las primeras opciones con las que se puede trabajar. O comenzar a vender online algunos de nuestros productos, ya sea en un comercio propio o vender mediante un emarketplace. Podemos plantearnos exportar nuestro producto a mercados extranjeros e incluso plantear una estrategia de internacionalización integral. Tratar de pivotar, de crear segundas marcas… Cualquier opción que pueda ayudar a la empresa a crecer puede ser válida, siempre dependiendo de las características de nuestra empresa y las necesidades de los clientes.
Desde luego, lo más recomendable es contratar los servicios de un consultor empresarial que nos ayude a ver las posibilidades que tenemos para crecer. La consultoría empresarial es siempre importante, pero si pensamos que lo es cuando las cosas no nos van bien, mucho más lo es cuando nos van bien.
No darle importancia al márketing y la publicidad
Hoy en día, todas las empresas tienen muchos canales para hacer llegar su mensaje a sus clientes. Tanto a los potenciales como a aquellos que ya tiene. Especialmente, internet ha reducido los costes de inversión en marketing y las acciones son más económicas. Dependiendo del tamaño de nuestra empresa, lo más probable es que no necesitemos un spot en la televisión o varias cuñas en la radio. Podemos tratar de comunicarnos con nuestros clientes a través de la web, las redes sociales, el blog de empresa… Y por supuesto, es imprescindible adaptar la web de la empresa a los teléfonos móviles.
Vamos a ver un ejemplo muy sencillo adaptado a las pequeñas y medianas empresas. Un restaurante de comida casera que ofrece menús del día puede aprovechar las redes sociales para, diariamente, publicar la carta. Así, los posibles clientes ven la oferta diaria y deciden que es ahí donde quieren comer.
Elegir el espacio de forma equivocada
La ubicación de un negocio puede ser un factor clave en el éxito o fracaso del mismo. Para elegir el mejor local, debemos contar con dos figuras básicas: nuestra asesor empresarial, que nos ayudará a evaluar el plan de negocio y nuestro asesor inmobiliario, que nos ayudará a encontrar el local que se adapte a nuestras necesidades. Además, estará más informado sobre los posibles cambios urbanísticos que vayan a producirse en la zona.
A veces es mejor que el local esté muy apartado de tu competencia directa, pero otras veces, es mejor estar cerca. Si debemos alejarnos o acercarnos depende del tipo de negocio y será nuestro asesor quién nos ayudará a encontrarlo. En este artículo os explicamos detalladamente cómo elegir el mejor local para un negocio.
No prestar atención a lo que está haciendo tu competencia
Cuando las empresas funcionan bien, tienden a relajarse. Eso implica estudiar menos qué es lo que hace tu competencia. Al fin y al cabo, lo debo estar haciendo bien cuando mi empresa es rentable. Sin embargo, la competencia se debe analizar de forma constante. Tendemos a analizarla en el momento de la creación y después olvidarnos de que existe y es un completo error. El análisis de la competencia debe ser periódico para que sea efectivo.
En esta fase, hemos de contemplar los nuevos competidores que van entrando al mercado, así como estudiar qué es lo que los que ya estaban están haciendo nuevo. Cuando una nueva empresa de la competencia entra en el mercado, probablemente lo haga habiendo diseñado una estrategia. Gracias a ese análisis podemos ir adaptando nuestra propia estrategia de continuidad y crecimiento en el mercado.
Por supuesto, hay muchas otras cosas que podemos hacer mal al gestionar nuestra empresa. Y también hemos de tener en cuenta que en el mundo de los negocios no se puede generalizar. Lo más adecuado siempre será contar con la experiencia de nuestro consultor para adaptar todas estas realidades a nuestra empresa y ayudarnos a que siempre sigamos creciendo.
Si desea contratar nuestros servicios de consultoría empresarial en Valencia, póngase en contacto con nosotros a través de info@ramon-asociados.com o en nuestra página web.