Hace algunos meses os hablamos en el blog de nuestra asesoría fiscal de las actividades empresariales con exceso de competencia. Hoy nos vamos a centrar en el punto completamente opuesto: el defecto de competencia. Como ya os comentamos, cuando iniciamos una nueva actividad empresarial, podemos encontrarnos con tres escenarios de competencia.
- Exceso de competencia (mucha competencia para la demanda actual)
- Nivel de competencia estable (relación entre la oferta y la demanda)
- Defecto de competencia (muy poca competencia para la demanda actual).
Puede ser obvio pensar que el mejor escenario para nuestra nueva empresa es un defecto de competencia, pero no tiene por qué ser así. De hecho, el defecto de competencia puede ser nuestra propia tumba empresarial si no analizamos bien todas las posibilidades.
¿De dónde proviene ese defecto de competencia?
Ante una situación de defecto de competencia, lo primero que deberemos conocer es la razón. ¿Y si no hay apenas competencia porque se trata de una actividad poco rentable? ¿O porque no hay la demanda suficiente? Desde luego, no nos interesa iniciar una actividad empresarial si no existe mercado. Pero también podemos encontrarnos con razones favorables para nosotros.
Quizás el defecto de competencia se debe a que el modelo todavía no ha sido creado. Siempre podemos habernos encontrado ante una necesidad no cubierta en la que nadie había caído antes. Tal vez hemos dado con una idea realmente novedosa.
Si es el caso, lo primero que debemos hacer es, de nuevo, buscar información. Existe la posibilidad de que la idea de negocio no fuera realmente tan buena. Es decir, que alguien ya lo hubiera intentado en su día y hubiera fracasado. Quizá porque no lo hizo igual de bien que nosotros lo haremos, pero también puede ser porque no tuviera salida en el mercado. Tenemos que conocer los antecedentes de nuestra idea de negocio.
En el mejor de los casos, la investigación nos llevará a la siguiente afirmación: hemos dado con una idea novedosa que nadie (o casi nadie) ha explotado todavía.
¿Cuáles son las principales dificultades asociadas al defecto de competencia?
¿Qué sucede en estos casos? Lidiar con la competencia es duro, pero lidiar con un mercado nuevo también lo es. Cuando el producto o servicio es excesivamente novedoso, suele significar que ni siquiera los potenciales clientes saben que existe. Es decir, que ni saben que lo necesitan ni lo buscan. Tenemos todo un reto por delante.
Nuestra comunicación primero deberá centrarse en explicar que efectivamente existe este producto o servicio en vez de en crear imagen de marca. No es tarea sencilla pues se tiene que “educar” al cliente. Ello suele suponer una alta inversión en comunicación y, especialmente, en tiempo. Así que, de nuevo, nos debemos hacer una pregunta. ¿Realmente podemos asumir todo el tiempo que cueste dar a conocer la idea al consumidor?
Este es uno de los problemas con los que se enfrentan muchas startups actuales. Internet y el dessarrollo tecnológico de los smartphones son todavía todo un mundo por descubrir y es muy frecuente que emprendedores tengan ideas para desarrollar aplicaciones útiles y novedosas. Así, dan con ideas que todavía no se han desarrollado y que pueden cubrir una necesidad. Sin embargo, algunas tardan demasiado tiempo en despegar.
La inversión para ideas de negocio novedosas, por lo general, suele ser más alta que para aquellos productos testados que ya funcionan en el mercado. Y especialmente, no debemos olvidar la inversión en tiempo.
¿Cómo podemos ayudarte desde nuestra asesoría de empresas?
Antes de iniciar cualquier nueva actividad, lo primero es conocer de antemano toda la información. Como hemos comentado, la información es necesaria para saber qué tipo de competencia tenemos y cómo podemos actuar ante ella.
Cuando la actividad empresarial tiene la suficiente competencia, es más sencilla analizarla para localizar debilidades y oportunidades. Sin embargo, cuando la competencia es inexistente o excesivamente escasa, el proceso de investigación debe dar un paso más.
Antes de lanzarse a la aventura empresarial, desde nuestra asesoría en Valencia meditamos con nuestros clientes. Hacia dónde queremos ir, cómo y con quién. Les acompañamos en todo el proceso y analizamos los costes, planes de viabilidad, planes de empresa, análisis de áreas externalizables, de rentabilidad por seciones, determinación de áreas de crecimiento…
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