Hoy vamos a seguir con la serie de artículos sobre errores en las decisiones empresariales de grandes sociedades. Desde nuestra asesoría de empresas estamos realizando una serie de artículos en los que analizamos los errores cometidos para intentar aprender de las equivocaciones de los demás.
1 – Si no está roto, no lo arregles: el caso Coca cola
En el año 1985, justo antes del 100º aniversario de Coca-cola, la firma decidió que lanzaría al mercado una fórmula nueva algo más dulce. Tras años de dura competencia con Pepsi, Coca-cola decidió anunciar y comercializar el nuevo refresco. El sabor más dulce no gustó entre los consumidores del refresco, que buscaban la bebida “de toda la vida”. El resultado: más de 2.000 llamadas de teléfono diarias al departamento de reclamaciones y quejas de Coca-cola durante los siguientes tres meses. Así, Coca-cola tuvo que dar marcha atrás y regresar a su sabor habitual.
Si nuestro producto funciona, no deberíamos cambiarlo. Podemos optar por, como terminó haciendo Coca-cola, mantener el sabor tradicional en la versión “coca-cola classic” y lanzar uno nuevo, la nueva “Coke” como producto regenerado.
2 – Aprende a detectar las oportunidades, y especialmente, aquellas que impliquen la publicidad de tu producto: el caso M&Ms de Mars.
Antes de la grabación de la película ‘E.T. El Extraterrstre’, los directivos de Universal Studios tocaron a la puerta de los hermanos Mars. Querían utilizar los famosos M&Ms en la escena en la que Elliot atrae a E.T. El extraterrestre con unos caramelos. Pero la compañía Mars decidió que no supondría ningún beneficio dejar que sus M&Ms aparecieran en la cinta infantil. Así, la productora seleccionó otros caramelos, los Reece’s Pieces de Hershey’s. Tanto la película -como la escena- se hicieron tan populares, que las ventas de caramelos Hershey’s se dispararon un 65%. Miles de compradores se agolpaban en las tiendas Hershey’s en busca de los Reede’s Pieces. La compaía, tras triplicar sus ventas, afirmaba que el valor de esa promoción les habría costado entre 15 y 20 millones de dólares.
3 – Piensa muy bien en el contexto antes de lanzar una campaña publicitaria: el caso de Nike y la “Boston Massacre”
La popular firma de ropa y calzado deportivo ‘Nike’ decidió sacar a la venta una camiseta con una famosa frase: Boston Massacre. La frase hacía referencia a la utilizada por los Yankees de Nueva York cuando ganaron a los Medias Rojas. Sin embargo, no se dieron cuenta de que en el contexto actual, “Boston Massacre” hacía referencia a la masacre sucedida en la maratón de Boston.
Tener en cuenta el contexto es muy importante en las decisiones empresariales. Especialmente en aquellas que tienen que ver con la comunicación de los mensajes de la marca.
4 – El crecimiento descontrolado no es un buen compañero de viaje en los negocios: el caso de Planet Hollywood.
En el año 1991, Planet Hollywood se lanzó como un intento de ser la versión cinematográfica de la cadena Hard Rock Café. Si Hard Rock Café era para amantes de la música, Planet Hollywood lo sería para los amantes del cine. Y funcionó. La empresa tuvo éxito y llegó a cotizar en la bolsa de valores en poco tiempo. Contaba con el apoyo publicitario de estrellas como Demi Moore, Bruce Willis o Sylvester Stallone.
¿Qué error cometió? En muy poco tiempo, los dueños decidieron abrir 80 locales nuevos para cubrir el éxito que estaban teniendo. Un crecimiento descontrolado por el que las acciones perdieron el 95% de su valor y la empresa quedó en bancarrota.
5 – Siempre hay que escuchar a los clientes: el caso Ford.
En el año 1918, alrededor del 50% de los coches que circulaban por las calles de los EEUU eran un Ford T. Entre 1908 y 1928 se vendieron 17 millones de Ford T en todo el mundo, pero a partir de 1920, el modelo comenzaba a quedarse obsoleto. Los clientes empezaban a demandar coches mejor equipados y, especialmente, que ofrecieran modelos de otros colores. Los ejecutivos de Ford le informaron repetidas veces sobre los deseos de los consumidores, pero éste no hacía caso. Henry Ford consideraba que el modelo T era todo lo que una persona podía necesitar, y decidió no mejorar gradualmente el modelo. Su creencia de tener ya el automóvil correcto le hacía pensar que podría venderlo indefinidamente sin modificarlo.
Paralelamente, GM y Chrysler comenzaron a crear vehículos con mayor confort y especialmente, con diseños más novedosos. Modelos que comenzaron a comprarse, haciendo a Ford perder gran parte de su cuota de mercado. No fue hasta 1927, 7 años después, que Henry Ford aceptó que su modelo T realmente necesitaba un cambio. Pero fue tarde, porque en el camino, había perdido el liderazgo que tenía en el mercado de los automóviles de EEUU.