Cada vez son más los empresarios extranjeros que se plantean abrir una sucursal o filial de su empresa en España. Las razones son muchas. El clima, el estilo de vida español, el carácter hispano, la comunidad tan internacional que tiene nuestro país… Sin embargo, traer una empresa extranjera a España conlleva un proceso a seguir cuidadosamente. En primer lugar, deberíamos decir que no es lo mismo empezar un negocio siendo extranjero en España, que traer una filial de una empresa que ya existe en otro lugar del mundo. Y hoy vamos a centrar este artículo en la implantación de empresas ya existentes en España. Es decir, en cómo traer una empresa extranjera a España.

Cómo traer una empresa extranjera a España

Las formas en que se puede traer una empresa extranjera a España son muchas y variadas. Lo primero y principal es acudir a un asesor. Internacionalmente, la figura del asesor (o gestor, como suelen ser llamados internacionalmente) es algo muy patrio, muy español. Así, primero se debe entender qué es lo que hará el gestor / asesor fiscal por nosotros. La burocracia en España es compleja y siempre se debe contar con una asesoría de confianza. Si estás pensando en traer una empresa extranjera a Valencia, te invitamos a que hables con nuestra asesoría fiscal en Valencia, que se encargará de informarte y de preparar todos los trámites.

Ahora sí, veamos las distintas opciones que existen para traer una empresa extranjera a España.

Son muchas y variadas y con mayor o menor grado de implicación. Por una parte, podemos optar por la firma de un acuerdo de distribución con una empresa temporal (AIE, uniones temporales de empresas…), por la apertura de franquicias, la realización de operaciones con distribuidores a través de comisionistas… Sin embargo, nos centraremos en las tres opciones más utilizadas por los extranjeros que quieren instaurar su empresa en España.

Ordenadas de menor a mayor implicación, podemos distinguir tres vertientes: la oficina de representación, la sucursal y la filial.

Traer una empresa extranjera a España abriendo una oficina de representación:

Una oficina de representación es aquella que no tiene personalidad jurídica propia ajena a su matriz. La empresa es gestionada por un representante que recibe unos poderes, pero no posee órgano de administración en España. El problema de esta elección es que no pueden actividades económicas. De hecho, suelen ser un primer paso antes de tomar la delicada decisión de establecerse de forma definitiva.

Hacen estudios de mercado, gestiones, coordinación, etc, pero no ejercen la actividad económica. Por esta razón, podríamos decir que no suele ser la forma adecuada de traer una empresa extranjera a España. Sí son muy útiles para testear el negocio y analizar las debilidades y fortalezas de la instauración de la empresa. Es decir, que como paso previo, puede ser muy recomendable.

Traer una empresa extranjera a España abriendo una sucursal:

La creación de una sucursal es la forma más común para traer una empresa extranjera a España. Una sucursal sí tiene autonomía y puede ejercer actividad económica. En líneas generales, se trata de un establecimiento secundario que desarrolla las actividades de la matriz. Sin embargo, sigue sin tener personalidad jurídica propia.

Más adelante dedicaremos un artículo completo a hablar sobre cómo implantar una empresa en España mediante una sucursal, pues es un tema largo y complejo. Sin embargo, aquí vamos a explicar las primeras pautas.

De nuevo, hemos de recordar que en España las cosas no funcionan como en el resto del mundo. La burocracia es complicada y los trámites son lentos. Los extranjeros no suelen estar acostumbrados a esa espera y tanto papeleo. De ahí que el papel del asesor empresarial, gestor o asesor sea tan importante en estos casos. Siempre que se va a iniciar una nueva empresa lo es, pero tratándose de una sucursal, lo es mucho más. Hay muchos requisitos burocráticos que se deben cumplir.

Repetimos que una sucursal no tiene personalidad jurídica propia, sino que comparte la de la sociedad matriz. Esto facilita un poco la tarea, pues no será necesario crear una nueva sociedad. Así pues, la empresa española no tendrá órganos de Administración. De este modo, deberá adoptar un acuerdo para establecer la sucursal con los Órganos de Administración de la sociedad matriz.

Gracias a la ayuda de nuestro asesor (en el extranjero el concepto de asesor empresarial se confunde con el de gestor), se deberán hacer unos cuantos trámites: Conseguir un certificado que pruebe que la sociedad matriz cumple las leyes en su país de origen, ingresar el capital social en el banco, constituir la sucursal ante notario, obtener el NIF, abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actor Jurídicos Documentados e inscribir la sucursal en el Registro Mercantil.

Traer una empresa extranjera a España abriendo una filial:

Una filial es la tercera opción que veremos en este artículo sobre cómo traer una empresa extranjera a España. La principal diferencia entre una filial y una sucursal es que la filial sí tiene personalidad jurídica propia. Son sociedades que están constituidas con capital extranjero pero que, a efectos prácticos, se consideran sociedades españolas. Esto quiere decir que, para abrir una filial, el proceso será muy similar al de crear una nueva empresa.

Pese a todo, se necesita también un acuerdo con los Órganos de Administración de la sociedad matriz. Éstos deben pactar (y aprobar) la creación de la filial y los estatutos de la sociedad en España. Igual que en la sucursal, se debe certificar que la sociedad matriz cumple las leyes de constitución de su país de origen, ingresar en el banco el capital social, firmarse la esctribura ante notario, obtener el NIF provisional, liquidar el ITP y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados e inscribirse en el Registro Mercantil.

Las principales diferencias en los trámites entre una filial y una sucursal son los siguientes. Al tener personalidad jurídica propia, se tendrá que conseguir un CIF definitivo. El CIF es el número de identificación fiscal de la empresa, que lo obtendremos después de haber conseguido el NIF provisional. También necesitaremos obtener la denominación social en el Registro Mercantil Central. Lo que se busca con ello es otorgar el nombre a la sociedad nueva (filial) para que no coincida con las sociedades que ya estén registradas en España. Por último, deberemos registrar la filial en el Registro de Inversiones Extranjeras del Ministerio de Economía.

En cuanto a tributación e impuestos, próximamente os ofreceremos un artículo detallado sobre la tributación de las filiales y sucursales extranjeras en España. Se trata de temas complejos que deben ser enfocados desde una asesoría profesional.

Si está pensando en traer una empresa a España, y más concretamente traerla a Valencia, póngase en contacto con nosotros a través de info@ramon-asociados.com o en nuestra página web:

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