Como ya hemos visto en otras ocasiones, la internacionalización es una de las asignaturas pendientes de muchas PYMEs españolas. Y por supuesto, también de las valencianas. Pese a todo, en los últimos años se ha ido notando un aumento que convierte la exportación en una actividad algo más regular. El pasado 2018, la exportación de productos valencianos creció un 3,2% respecto a 2017 según la Dirección Territorial de Comercio de la CV y las exportaciones valencianas supusieron el 10,6% del total de las españolas. Se progresa, y eso es importante, pero existen determinados sectores que son demasiado vulnerables y están viéndose excesivamente afectados por las políticas europeas e internacionales.
La exportación de productos valencianos: amenazas y fortalezas
Cuando hablamos de internacionalización, lo primero que se nos viene a la mente es toda una estrategia de expansión internacional que da vértigo asumir como empresarios. Sin embargo, hay muchas formas de lanzar una empresa valenciana al exterior y no todas son igual de costosas o complicadas, de arriesgadas, o de rentables. Hay distintas fórmulas que se pueden explorar para distintas empresas. Desde nuestra asesoría de empresas en Valencia, cuando un cliente quiere comenzar una estrategia de expansión internacional, lo que hacemos es analizar con ellos todas las variables para encontrar cuáles son los países más adecuados, la mejor forma de llevar a cabo esa internacionalización y guiarles en todo el proceso para que este se realice de la forma más segura posible. Como bien sabemos, cualquier tipo de inversión conlleva un riesgo, pero hacer las cosas con cautela nos ayuda a que los pasos los demos en firme.
La exportación entraña una serie de riesgos que van más allá de que una aventura empresarial pueda salir bien o mal. Depende mucho de las políticas y eso las hace, en ocasiones, vulnerables. Ciertos cambios como los cambios de divisa o como los cambios normativos pueden ensombrecer cualquier estrategia de internacionalización que estaba funcionando hasta el momento, y como muestra, el ejemplo de los cítricos valencianos del que pasaremos a hablar más adelante.
Antes de continuar, debemos distinguir claramente entre exportar e internacionalizar. Exportar se trata de un proceso que puede ser mucho más sencillo. Internacionalizar, sin embargo, requiere de un plan de internacionalización que hace el proceso más complejo, más costoso y más arriesgado. Y por lo general, más rentable cuando se hace bien. Quizás en este punto nuestra empresa simplemente esté preparada para comenzar a exportar. No es un mal punto de partida. De hecho, nunca es recomendable comenzar una internacionalización “a lo loco”, es decir, abarcando muchos países ala vez o irrumpiendo agresivamente en uno solo sin que la preparación haya sido exhaustiva.
Por tanto, si estás pensando en internacionalizar tu empresa, lo primero que debes hacer es ponerte en manos de una asesoría empresarial. Si estás ubicado en Valencia, te invitamos a que vengas a visitarnos a nuestras oficinas de la Calle Eduardo Boscá. Al final, cada país tiene una serie de barreras de entrada, un tipo de sociedad/cultura que podría estar (o no) interesado en nuestro producto, unas particularidades logísticas y normativas, un mercado objetivo… Se deben analizar tantos factores, que si queremos internacionalizar una empresa de forma más o menos segura, ponernos en manos de un despacho profesional es una obligación.
Un ejemplo claro en este sentido es ZARA. Para la expansión internacional de la firma de Inditex, se decidió comenzar por Portugal. Para una firma de ropa española, Portugal es un buen lugar para comenzar, pues tiene una proximidad geográfica, climatológica y cultural con España que hace que los costes y la dificultad de entrada en la mentalidad de la sociedad sean menores que, por ejemplo, comenzar exportando a Japón. Sin embargo, dependiendo del producto a exportar, quizás sea precisamente en Asia donde se considere que nuestra firma pueda tener una mayor acogida. Cada caso y cada empresa son únicos.
En líneas generales y para que podamos hacernos una idea, los países a los que más exportamos desde Valencia son países de la Unión Europea, y los productos son los automóviles (concentran el 22,7% de las exportaciones), la fruta y la cerámica. Sin embargo, cuando comencemos a confeccionar nuestro plan de internacionalización será cuando realmente podamos ver qué países casan mejor con nuestro producto y con las posibilidades financieras y logísticas que podemos permitirnos en esta fase inicial. Por ejemplo, las exportaciones desde Valencia a Asia, Reino Unido o Italia descendieron en 2018 y aquellas destinadas a Francia y Alemania, América y África aumentaron. El crecimiento se notó especialmente en las exportaciones a África, con un crecimiento del 17%. El balance final total es que las exportaciones de la Comunidad Valenciana crecieron un 3,2%, como decíamos al principio.
Ahora, pasemos a la parte más negativa. El sector que más se ha visto afectado en Valencia es, indudablemente, el de los cítricos. La competencia de otros países no europeos ha estado presionando las exportaciones valencianas de naranjas y otros cítricos y ello ha provocado un descenso del 14,3%. Ahí es donde entran el juego esos factores que no dependen de nosotros sino más bien del marco normativo. En este caso, el principal problema ha venido por el acuerdo que se firmó en 2016 entre la Unión Europea y Sudáfrica.
En él se aprobaba un periodo de un mes y medio de importación de cítricos sin aranceles, además de reducir anualmente el arancel un 1,6%, de modo que en 2025 Sudáfrica dejaría de pagar aranceles y exportar naranja a Europa le resultaría gratis. Las consecuencias son bien sabidas por todos los valencianos: de 0,20€ el kilo, el precio pasó a 0,04€. Esa depreciación del 20% sobre el precio ha provocado que el 30% de las naranjas se quedaran en los árboles, provocando graves pérdidas en la agricultura valenciana.
Y no sólo con las naranjas de Sudáfrica se ha visto afectada la exportación valenciana. El sector automovilístico también ha tenido problemas tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de los EEUU. Se estima que, por ejemplo, Ford Almussafes perferá 400 empleos por el pacto de Trump con México.
Quitando el sector automovilístico, desde que llegara Trump a la presidencia de los EEUU las exportaciones en la Comunidad Valenciana han incrementado a 1.878 millones de euros en 2017 y 2.071 millones de euros en 2018. Sin embargo, las amenazas de medidas proteccionistas por parte de EEUU están presentes y esa incertidumbre nunca es buena. Ante todos estos posibles cambios, la diversificación es siempre nuestra mejor arma. Por ello, las exportaciones siempre tienen un componente de riesgo, por muy planificado y estudiado que esté todo el proceso. Incluso cuando estamos exportando de forma regular, siempre pueden generarse este tipo de cambios que dificulten nuestra situación.
Por último, queremos recordar que la mayoría de comunidades autónomas ofrecen cada año ayudas a la internacionalización de las empresas locales. En el caso de la Comunidad Valenciana estas ayudas suelen venir de la mano del IVACE (anterior IMPIVA) y son para costes superiores a 3.000 euros e inferiores a 150.000. También las del ICEX (Instituto de Comercio Exterior) o las del PIPE (Plan de Iniciación a la Promoción Exterior). También los préstamos bonificados del IVEX pueden ser una opción a estudiar en internacionalizaciones de hasta 175.000 euros.
Si estás pensando en hacer crecer tu empresa exportando producto valenciano, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de info@ramon-asociados.com o en nuestra página web. Trataremos de ayudarte en todo el proceso desde los servicios de asesoramiento empresarial, fiscal, laboral, mercantil y contable.