Los negocios estacionales son aquellos cuya actividad profesional se reduce a un marco temporal concreto cada ejercicio fiscal. Esto implica que, cada año, poseen una temporada alta donde obtienen el 80-90% de los ingresos anuales y una baja donde éstos se reducen considerablemente e incluso se anulan por completo. Se pueden tomar distintas decisiones para garantizar su supervivencia, pero la realidad es que sólo hay dos formas de gestionar un negocio estacional. Se puede abrir durante todo el año o abrir sólo en la temporada alta.

Cada uno de las opciones tiene sus ventajas y sus inconvenientes y la decisión depende de muchos factores.

¿Cómo sobreviven los negocios estacionales?

Por esta razón, lo primero que los propietarios o gestores de negocios estacionales deben hacer es estudiar los costes del negocio en todas sus temporadas. ¿Se podrá hacer frente a los gastos fijos en la temporada baja? ¿Los gastos fijos -unidos a la inexistencia de ingresos- provocarán la pérdida de los beneficios de la temporada alta? ¿Me compensa mantener el negocio abierto o es más recomendable cerrar los meses bajos? ¿Si cierro los meses bajos, la media anual de mi negocio seguirá siendo rentable? ¿Cuáles son los gastos asociados a mantener mi negocio estacional cerrado durante la temporada baja? ¿Puedo idear fórmulas para obtener ingresos también en las temporadas más bajas?

A partir de ahí, se nos plantearán las dos alternativas antes mencionadas: abrir los negocios estacionales durante todo el año o sólo en la temporada alta.

Opción A: Cerrar el negocio durante la temporada baja

negocios estacionales - sobreviven pista de ski

No es una opción poco frecuente. El empresario, junto a su asesoría o consultoría empresarial, ha analizado las opciones y se ha concluido en que la opción más favorable es cerrar los meses bajos. Los resultados del estudio concluyen que los ingresos de los meses altos son suficientes para obtener beneficios en la media anual del negocio y que los gastos que genera mantenerlo abierto el resto del año no producen beneficios. Aunque a veces, la decisión no depende del empresario sino de las condiciones meteorológicas.

Un ejemplo sencillo de comprender es el de las estaciones de esquí. Es difícil que pueda ofrecer servicios cuando no hay nieve, por lo que, suelen verse obligados a cerrar en esos meses. Por supuesto, las estaciones de esquí requieren un importante mantenimiento en sus instalaciones, pero la actividad se cierra al público, con lo que, aunque sigue habiendo gastos, desaparecen los ingresos. Pese a todo, se consiguen beneficios anuales con los ingresos que generan en los meses de invierno.

Uno de los principales problemas de los negocios estacionales es que algunos de los gastos asociados a los mismos se mantienen durante todo el año. Por ejemplo, un restaurante en la playa de Valencia que únicamente abre sus puertas de marzo a octubre, anulará sus gastos de contratación y de compra de materia prima los meses que está cerrado, pero los gastos asociados al local los seguirá teniendo. No únicamente el alquiler (o la cuota bancaria) que pague por el espacio, sino también su adecuado mantenimiento. El local deberá seguir limpiándose a lo largo del año y manteniendo el equipamiento de su cocina para que puedan seguir siendo útiles durante el periodo de apertura del mismo. En resumen, no se puede dejar cerrado el local y reabrirlo unos días antes de abrir el negocio, habrá un mantenimiento anual, además de los alquileres o gastos asociados a la conservación del local.

Opción B: Abrir el negocio durante la temporada baja

negocios estacionales - sobreviven - hotel playa

Si bien es cierto que hay formas de luchar con la estacionalidad, algunos negocios estacionales lo tienen más sencillo que otros. Por ejemplo, los relacionados con el turismo. Pese a que su temporada alta suela durar dos meses (verano para los lugares calurosos e invierno para los relacionados con los deportes de invierno), cada vez hay una mayor tendencia por parte del usuario a viajar en temporadas medias y bajas. Precisamente para luchar contra la estacionalidad, muchos son los hoteles, compañías aéreas y agencias de viaje que ofrecen tarifas especiales en esas temporadas. Y ya son muchos los usuarios que deciden viajar en esas fechas en las que el turismo es mucho menor y los precios más asequibles.

Si vamos a mantener abierto el negocio durante los meses bajos, la mejor opción es tratar de reinventar estrategias que nos permitan diversificar. Vamos a verlo a través de un ejemplo muy sencillo: las heladerías. Los helados se consumen principalmente en los meses calurosos. En una ciudad como Valencia, este periodo suele durar de mayo a septiembre, teniendo en los meses de julio y agosto sus mayores ventas. Los empresarios de la heladería pueden optar por cerrar sus negocios en invierno, pero también pueden optar por tratar de reinventarse y diversificar, por ejemplo, convirtiendo la heladería en cafetería en los meses más fríos. La clave está en saber determinar qué nos será más rentable.

Lo mismo sucede, por ejemplo, con las empresas de fabricación de turrones. Su pico alto de ventas (y prácticamente su único pico de ventas) es en la campaña de Navidad. Muchos fabricantes compensan esa estacionalidad con la fabricación de helados para las campañas estivales. Sin embargo, otros deciden parar la producción y cerrar sus puertas en esos meses.

Los negocios estacionales deben estar siempre tratando de compensar los periodos reinventando nuevos modelos, siempre y cuando éstos les sean rentables.

¿Es mejor abrir durante todo el año o cerrar un negocio estacional en temporada baja?

Como bien habremos podido observar, esa pregunta no tiene una única respuesta. La opción más adecuada para un negocio será la más perjudicial para otro, así que el examen se debe personalizar. Lo más recomendable será recopilar la información sobre nuestro negocio y analizarla junto a un consultor empresarial. Desde nuestra asesoría, analizamos los datos obtenidos y ayudamos a nuestros clientes a elegir la opción que más les interese.

Si desea contratar nuestros servicios de asesoría empresarial en Valencia, póngase en contacto con nosotros a través de info@ramon-asociados.com o en nuestra página web.

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J.M. Ramón y Asociados, S.L. ha llevado a cabo el proyecto con título "Gestión de tareas, proyectos y análisis de ratios en un entorno seguro" financiado por el Institut Valencià de Competitivitat Empresarial (IVACE) incluido dentro del Programa de Ayuda Digitaliza-CV, para proyectos de digitalización de Pyme 2021, cofinanciado por los Fondos FEDER dentro del programa operativo FEFER de la Comunitat Valenciana 2014-2020. El objetivo de esta ayuda es impulsar proyectos de implantación y puesta en marcha de soluciones innovadoras encaminadas a la digitalización de la actividad de las empresas