El sábado 10 de octubre entró en vigor la Ley de Fomento del Trabajo Autónomo y de la Economía Social que modifica toda la normativa anterior en cuanto al autoempleo en España. Con el objetivo de crear 550.000 puestos de autoempleo, destacan medidas como la posibilidad de los autónomos de trabajar y cobrar el paro a la vez, las modificaciones en la capitalización o pago único de la prestación por desempleo y las bonificaciones para la incorporación de nuevos socios a la Economía Social.
¿Qué novedades podemos encontrar en la Ley de Fomento del Trabajo Autónomo?
Desde nuestra asesoría laboral en Valencia, os presentamos las 10 medidas que más afectarán a los autónomos a partir de octubre de 2015:
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Compatibilización durante un máximo de 9 meses de la prestación por desempleo con el alta en el régimen de autónomos (RETA) que en las anteriores medidas estaba reservada únicamente para los menores de 30 años.
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Ampliación de la tarifa plana para autónomos de 50€ durante 6 meses, pudiendo contratar a trabajadores sin perder el derecho a la tarifa plana.
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Extensiones de la tarifa plana para las víctimas de violencia de género y del terrorismo, aplicando la ‘tarifa plana especialmente protegida’ y para las personas con discapacidad, cuya reducción se ampliará hasta los 12 meses.
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Capitalización del 100% de la prestación por desempleo mediante pago único, revisando la medida anterior por la que sólo los menores de 30 años podían capitalizar una cantidad mayor del 60%.
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Ampliación del plazo (desde 24 hasta 60 meses) para la reanudación de la prestación por desempleo después de iniciar una actividad por cuenta propia dándose de alta en el régimen de trabajadores autónomos, con el fin de facilitar las segundas oportunidades a los emprendedores.
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Posibilidad de contratar un trabajador para poder conciliar vida laboral y familiar de los autónomos económicamente dependientes (aquellos que perciben el 75% -o más- de sus ingresos de un único cliente).
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Ampliación de las bonificaciones por incorporación de nuevos socios a la Economía Social: 1.650€ durante el primer año para los menores de 30 años o mayores de 35 con discapacidad igual o superior al 33% y 800€ anuales para los mayores de 30.
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Bonificación de 850€/anuales -durante un máximo de 3 años- para las empresas que contraten a personas en riesgo de exclusión social, o de 1.650€ si se trata de menores de 30 años o de 35 con discapacidad igual o superior al 33%.
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Bonificación de nueva creación en las cuotas empresariales para trabajadores que procedan de empresas de inserción y se incorporen a empresas ordinarias.
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Subvenciones de hasta 500.000 euros durante 3 años para los centros especiales de empleo y las empresas de inserción.
Estas medidas, junto con otras anteriores del Gobierno, denotan el incontrovertible hecho de querer fomentar el autoempleo como factor de creación de empleo: ya que las pequeñas empresas no crecen, no contratan, creemos una red de microempresas, de trabajadores autónomos, que suplan las carencias de las pequeñas y medianas a la hora de contratar.
Por suerte o por desgracia estamos acudiendo a la era de la subcontratación, de la externalización de servicios. Y para ello la existencia de trabajadores autónomos, en todas las áreas, es imprescindible.
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